Panamá propuso este jueves la adopción de una iniciativa global que resuelva el "precio desmesurado y la falta de acceso a los medicamentos", que son objeto de un sistema "mercantil y mezquino" que "no puede continuar".
El vicepresidente panameño, José Gabriel Carrizo, aseguró durante su intervención en la Asamblea General de la ONU, que su país ve "con preocupación que millones de personas no pueden acceder a las medicinas".
"Un medicamento accesible es la diferencia entre la vida y la muerte", afirmó Carrizo, que aseguró que "compete a todos (...) que el acceso a las medicinas sea valorado como un derecho humano, y no como una mercancía cara y de lujo".
Un sistema como el actual, en el que "oligopolios obtienen ganancias desmesuradas por las medicinas que distribuyen y venden a los Estados y a los particulares" y que "avergüenza a la humanidad, no puede continuar".
"Panamá propone ante esta Asamblea General, la adopción de una iniciativa global que resuelva el precio desmesurado y la falta de acceso a los medicamentos para los ciudadanos del mundo", agregó.
Carrizo lidera una comisión nacional que pretende abaratar el costo de las medicinas en Panamá, que son de los más elevados de la región, una situación que, junto a otros reclamos económicos, generó en julio pasado las mayores protestas sociales en décadas en Panamá.
La distribución de medicamentos en Panamá está en manos de unas pocas familias desde hace décadas y disfrutan, con la complacencia de los sucesivos gobiernos, de unos enormes márgenes de ganancias muy exclusivos.
"En nuestro país no tuvimos que lamentar ni una sola víctima fatal durante dichas protestas. Nuestro estilo de gobierno ha permitido acuerdos y consensos sobre las necesidades más sentidas por la población", dijo el vicepresidente.
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EXIGIR RESPONSABILIDADES A LOS QUE DAÑAN EL PLANETA
El Gobierno de Panamá, que es uno de los tres países del mundo declarados carbono negativo, "considera que el modelo actual de desarrollo debe transformarse, lo que "significa incluir el valor que tiene la biodiversidad, procurando ecosistemas sanos y sostenibles", dijo Carrizo.
El vicepresidente se preguntó "cuándo van a detener el ecocidio" y se refirió a las "críticas de la juventud acerca de la sucesión de foros, cumbres y declaraciones sobre el cambio climático y la preservación del ambiente y los recursos naturales que se dan en medio del aumento incontenible en las emisiones, la deforestación y la contaminación del agua, los mantos acuíferos, ríos y océanos".
"Panamá plantea hoy ante este foro de naciones" que "ha llegado el momento de que el mundo disponga de una instancia internacional que exija responsabilidad a todos aquellos que causan daños al planeta", afirmó.
EL CAMINO DE LA GUERRA ES LA SENDA EQUIVOCADA
En un discurso en el que habló de la lucha contra la pandemia de covid-19 y también de la crisis migratoria regional, Carrizo aseguró que la humanidad tiene "por delante" la tarea de construir "otro mundo: un mundo mejor, con respuestas para asegurar la salud humana y la vida en este planeta, que es nuestra casa. Un mundo más solidario y en paz".
"El camino de los conflictos y la guerra conduce a más calamidades y desastres. Es la senda equivocada", dijo el vicepresidente panameño, que destacó la vocación de paz y entendimiento que ha regido históricamente a su país.
Por ello, sostuvo, "los panameños, estamos siempre dispuestos a servir a la humanidad, como lo hemos hecho desde hace siglos. Hoy, ante esta Asamblea General, queremos expresarle con determinación al mundo, que cuenta y contará siempre con Panamá".
El presidente de Panamá, Laurentino Cortizo, designó a Carrizo para que lo representara en la Asamblea de la ONU. El jefe del Estado, de 69 años, anunció a mediados de este año que padece un "síndrome mielodisplásico" de riesgo bajo, un grupo de enfermedades en que la médula ósea no produce suficientes células sanguíneas sanas.